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Cultura

La casa patrimonial recién remodelada por la Fundación Mustakis busca transformar parte de Recoleta

La casa patrimonial recién remodelada por la Fundación Mustakis busca transformar parte de Recoleta

Una antigua casona de 900 m2 es ahora Espacio 1179, un lugar de encuentro entre organizaciones sociales que trabajan en torno al bienestar territorial impulsando el desarrollo integral con un foco en niños, niñas y jóvenes.

Por: Francisca Irribarra | Publicado: Viernes 26 de abril de 2024 a las 16:14
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Hace justo un mes, la Fundación Mustakis inauguró un nuevo centro en Recoleta. Espacio 1179 es un lugar que reúne a organizaciones nuevas y que busca ayudar a fortalecer el tejido social de la comuna.

El nombre nace de tres conceptos clave: vínculo, habitar y bien común, una iniciativa que pretende materializar el compromiso de educación y construcción de un espacio colectivo de la Fundación. También son los responsables de diseñar programas e iniciativas de aprendizaje con fondos, becas y apoyo a emprendimientos e innovaciones sociales que han construido alianzas estratégicas a largo plazo.

Desde su llegada a la comuna de Recoleta en 2016, la Fundación Mustakis ha buscado conformar un espacio para seguir potenciando las redes y la sociabilidad, generando un apoyo social para la comunidad del sector e impulsando el desarrollo integral con un foco principal en niños, niñas y jóvenes.

Espacio 1179 alberga organizaciones sociales como Corporación Ciudades, Huella Local, Gastronomía Social, Ciudad Emergente y Enseña Chile, con las que busca repensar la ciudad con el sueño de aportar en conjunto a la misión y valores que los representa. 

“Este lugar es muy único para Santiago, está en un sitio clave entre el Cerro San Cristóbal y Cerro Blanco, en donde tiene la oportunidad de reunir la historia, la naturaleza y los habitantes del entorno, lo que es demasiado interesante para la Fundación y para el desarrollo de las personas”, dice Leonor Merín, directora de Innovación y Territorio de Fundación Mustakis.
 

La restauración

Espacio 1179 es una casa de 900 m2 con un gran legado histórico y cultural: perteneció a la familia alemana Schlack, quienes llegaron a Chile en 1920 con la intención de importar y exportar metales.

La casona tradicional hecha de ladrillo, adobe y madera fue adecuada a las necesidades de la fundación sin alterar su esencia estructural, resguardando el valor que representa tanto para la comuna como para el patrimonio nacional.

El proyecto de remodelación se inició en 2019, pero quedó detenido por la pandemia. Lo retomaron a principios de 2022 con los trabajos indispensables para despejar las intervenciones existentes y recomponer los materiales y espacios originales de la casa.

El arquitecto Raimundo Lira estuvo a cargo de la remodelación, y explica que la casa se encontraba con varias ocupaciones ilegales. Luego de años de gestiones, se pudo iniciar el proceso de renovación que concluyó con la recuperación de ambas casas de calle Recoleta. 

“La casa de la esquina que se recupera en esta oportunidad es la casa principal del conjunto, lo cual es reconocido por sus dimensiones, por la calidad espacial del subterráneo, su estructura de madera y perímetros de muros de piedra, por su escalera de madera y por los vitrales de ventanas, lucernarios y ventanas con vidrios biselados”, asegura.

Terminada la etapa de limpieza y recomposición, iniciaron los trabajos de remodelación, que incluyeron una nueva conexión entre el subterráneo y el primer piso, refuerzos estructurales, recuperar vitrales, la reconversión de pequeños patios ingleses, nuevos núcleos de baños y kitchenette, nuevos sistemas sanitarios, eléctricos, y seguridad, entre otros.

Hoy, Espacio 1179 tiene tres pisos habilitados para oficinas y reuniones, pensados para convertirse en un lugar de encuentro entre las distintas organizaciones que promueven el bien común tanto urbano como educacional, además de generar proyectos en conjunto para mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta histórica comuna.

Leonor Merin menciona que en el desarrollo comunal la casona tiene una presencia importante, por ello conservaron el número y neutralizaron el nombre. “Todo va a depender con el tiempo, los habitantes y la duración que tenga con el entorno si llega a nacer un nombre propio. Démosle espacio a la construcción colectiva y así impulsamos el sentido de habitar”.

De esta manera, este proyecto busca “conectar estas oportunidades con nuestro entorno, las personas y sus distintas formas de habitar, busca poner en la mesa que un barrio o la ciudad no es un lugar, sino un estado de conciencia”, concluye. 

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Nacidas en Austria y Alemania en la década del ‘80, se han hecho cada vez más populares en el mundo. Sin cloro y gracias a una correcta mezcla de plantas, estas piscinas son una alternativa más sustentable que ya se puede encontrar en nuestro país.

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